Por: Alidio Delgado ~ M.A.

En el mismo seno, en el mismo centro de un conjunto de montañas que conforman la Cordillera Central, se encuentra la pequeña comunidad de EL MONTAZO, situada a 1,350 metros sobre el nivel del mar, un hermoso lugar donde habitan aproximadamente unas 150 familias.

Con un bello y singular paisaje, es un paraje dónde se vive exactamente la definición de campesino, ser miembro o visitante de este bendecido pedacito de cielo es; despertase en la mañana con el canto del gallo y las aves, abrir los ojos y observar los rayos del sol atravesando la cobija, exactamente por donde entra la gotera de la lluvia que cae al atardecer, es sentir el frío del agua al engalanar tu sonrisa de mañana para salir a saludar a los demás, es deleitar tu olfato con el aroma del café molido en pilón y recién colado, es observar un racimo de guineos bien maduro al lado del patio.

Es allí donde se puede sentir el saludo del vecino acompañado de unos cuantos aguacates y granos cultivados por sus manos, es sentir esa paz que te hace dar cuenta de que allí es un lugar donde Jehová Dios, descansa, degustar el clima frío todo el día, acompañado del pequeño resuello del viento que arrastra las nubes grises de un lugar a otro, y en horas de la tarde escuchar a los paisanos vociferar: “no se vaya que va a llover, se ta nublando ya».

El sentido de la humildad y la honradez de los habitantes siempre les acompaña sin importar dónde estén, lastima que cuando se trasladan a la zona urbana son menospreciados por su forma sana y sentido humanitario, el cual se nota a leguas. Son personas que cuando llegan saludan y cuando se van se despiden, una forma muy particular, si conocen a alguien aunque estén a distancia le muestran su afecto. Sin embargo el ingrato sujeto urbano al denigrarlo olvida que los productos agrícolas como son, víveres, frijoles, frutas, entre otros que consumen son producido por personas campesinas, cómo estás.

Si en algún momento tienes el placer de ver a algún paisanos de estos, trátelo con la dignidad, amor, y cariño, el cual se merecen, por ser personas de gran importancia en el desarrollo de nuestra sociedad.

En ocasiones los campesinos son héroes anónimos, quienes con su GRANDE producciones agrícolas salvan la economía de nuestro país.

¡El montazo, tierra de gente humilde y laboriosa, de ahi soy yo!
Dios te bendiga.